Ahorrar es un hábito que requiere dedicación y constancia, pero por desgracia muchas personas no logran mantener este hábito principalmente por creencias que hacen pensar que es imposible ahorrar. Hoy queremos desmentir algunos mitos sobre el ahorro que impiden lograr tus metas.
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También es común escuchar la frase “Ahorrar es para personas con mucho dinero” o “Si el monto es pequeño, no sirve de nada ahorrar” pero en realidad no depende del dinero que ganes cada mes, sino de la planificación a la hora de administrarlo y la constancia para separar cierta cantidad de tus gastos. Puedes ahorrar entre un 10% y 20% de tus ingresos con el fin de recibir utilidad a largo plazo, sin embargo, por más mínimo que sea la cantidad que ahorres, ayudará para crear en ti un hábito constante, que será mucho más útil cuando recibas mayores ingresos.
Ahorrar no significa privarte de comprar, sino que se trata de saber comprar de una forma más inteligente y evitando gastos innecesarios. No veas el ahorro como un sacrificio; por el contrario, es aprovechar las oportunidades y tener un control de lo que haces con tus finanzas. Una buena planeación financiera permite cubrir las necesidades básicas, pagar deudas, destinar una parte al ahorro e incluso dejar una parte para algunos lujos. Además, el ahorro permite adquirir gustos mayores en el futuro.
Cualquier momento es bueno para empezar a ahorrar; y si bien no creaste el hábito del ahorro en algún tiempo, es importante iniciar cuanto antes un plan de ahorros que ayude a sobrellevar los próximos años. Si te consideras viejo para ahorrar, piensa en ese ahorro como una forma de garantizar una jubilación tranquila y sin contratiempos económicos. Lee aquí, cómo planear tu economía después de la jubilación.
Para los jóvenes, es complicado el ahorro porque significa frenar su deseo de vivir la vida a su gusto. Esto solo son excusas; en cualquier momento, el hábito del ahorro permite aportar al patrimonio familiar y planificar mejor sueños y objetivos. Y cuanto más joven se inicie, mejor aún.
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Si bien, es cierto que un producto rebajado sirve para gastar menos, comprar en oferta sólo es conveniente cuando ese producto se compra por necesidad, como alimentos o productos de aseo. En muchas ocasiones las ofertas se convierten en gastos no planeados que se vuelven muy atractivos por su bajo precio, pero al final no existe ahorro alguno, es un gasto no planeado que incluso puede convertirse en una deuda.
En efecto, algunas personas tienen mucha deuda, y no les deja efectivo al final del mes. Pero algunos ajustes a los hábitos de consumo pueden generar ahorro, por poco que sea, que se puede dedicar a bajar las deudas. Recuerda que ahorrar no solo significa guardar dinero, sino también destinar recursos al pago de deudas y así liberar tus gastos.
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El ahorro siempre permitirá enfrentar mejor cualquier situación de incertidumbre, además es el mejor camino para lograr objetivos económicos. Deja de lado estos mitos del ahorro e inicia tu proyecto ahora mismo.
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