El robo de identidad se produce cuando alguien utiliza tus datos personales o financieros para la solicitud y apertura de nuevos productos de crédito, compras u otra deuda financiera que terminará quedando a tu nombre.
Este tipo de acción se produce como consecuencia de la falta de protección de tus datos más delicados como: contraseñas, números de cuentas y tarjetas bancarias etc.
La forma más común en la que los delincuentes obtienen toda esta información personal es por medio de enlaces maliciosos o softwares que interceptan tu comportamiento cibernético diario y capturan estos datos.
Lo primero que debes hacer es informar a tus entidades bancarias para así congelar todos tus movimientos y evitar seguir entregando recursos a los delincuentes.
Cambia inmediatamente tus contraseñas y accesos para evitar que sigan utilizando tus cuentas.
Luego, es importante que realices la respectiva denuncia ante la fiscalía quienes realizarán todo el análisis y seguimiento de la situación.
Con la denuncia instaurada comunícate con las centrales de riesgo para informar la situación y así evitar reportes erróneos sobre tus comportamientos de pago.